Good friends /Belle French/

Estaba bastante preocupada desde que había visto la noticia en el periódico pero no se tuvo tiempo de salir antes de casa porque tenía que organizar lo que haría en la tienda de empeños ese día ya que su esposo no podría ayudarla por una de sus reuniones con la alcaldesa. Luego del desayuno se despidió de Gastón y salió de casa para irse caminando hasta su trabajo, aunque antes decidió pasar por el bar a ver si Killian se encontraba allí. Ella era de las pocas personas que no creía que él fuera el responsable de la desaparición de Georgina ya que la castaña había pasado demasiado tiempo en presencia de la pareja y sabía cuanto él amaba a su esposa. Además estaba el hecho de que Georgina era una amiga muy cercana de Belle y la única otra persona enterada del embarazo de la castaña. Por eso, ahora más que nunca, tenía que saber que era lo que Killian sabía sobre el tema y buscar la manera de encontrar a Georgina.
Luego de un rato de caminar frente a ella apareció el bar de Killian y aceleró un poco sus pasos al darse cuenta que el moreno estaba saliendo del lugar. No quería perder la oportunidad de hablar con él antes de que las cosas fueran a ponerse peor. Por fortuna para Belle, su amigo se dio cuenta que ella se acercaba y se detuvo para saludarla. La castaña cruzó la calle y sin más le dio un abrazo al moreno esperando que con el gesto no se fuera a incomodar demasiado.
-Oh Killian, lamento tanto lo que está pasando-dijo en el momento en que se apartó de él y lo examinó con la mirada, se le notaba demasiado lo mucho que lo afectaba la desaparición de Georgina.-No sé como tienen el atrevimiento de inculparte a ti de todo ésto, tu no eres un asesino y amás demasiado a Geo como para lastimarla de esa manera-añadió y se cruzó de brazos. Estaba enfadada con las acusaciones en contra de Killian, pero más el que no hicieran nada por encontrar al verdadero culpable de la desaparición de su amiga.

Desde la desaparición de su esposa, Killian no había tenido contacto con muchas personas, no era que fuese un hombre solitario o que todos lo odiaran, al contrario, era bastante querido por muchos y su esposa mucho más, Gina siempre era amigable con todos, trataba de ayudar lo más que podía. Tenía días sin pasarse por lo que era el negocio de ella, de hecho, había pensado en decirle a la empleada de su mujer que suspendieran actividades por su desaparición, pero luego lo pensó mejor, lo que más le gustaba a su esposa era su trabajo y no podía hacerle eso a ella.

Cuando vio a Belle acercarse a él, le sonrió y le devolvió el abrazo, extrañamente era la única persona que parecía sentir de verdad la ausencia de Gina, podría decirse que eran mejores amigas y eso su esposa se lo había confirmado más de una vez, pues ellos dos eran los únicos que sabían del estado de la castaña.

—Yo también lo lamento mucho, no sé qué le pudo haber pasado, sé que ella no huyó, teníamos planes, éramos felices aquí, no nos faltaba nada, y hasta teníamos planeado tener un hijo, pero —dijo bajando la mirada e hizo una mueca de desagrado— Georgina no tiene enemigos, no entiendo nada, de verdad.

Agradeció cuando su amiga le dijo que confiaba en que no era él quien la había lastimado, si bien la policía no le había dicho directamente que él era culpable, sí era el principal sospechoso y eso lo tenía devastado. Por eso le alegraba que empezaran a llamar a los conocidos de la mujer para poder dar con quien le había hecho daño, solo esperaba que Gina estuviese viva.

—Tú cómo estás, ¿cómo va todo con el pequeño? —Preguntó con una sonrisa y luego la miró y la invitó a pasar al bar para que tomasen un poco de café— siempre es bueno tener la visita de una buena amiga, pasa, podemos platicar un poco, quizás sepas algo que yo no sepa de Gina, tal vez te dijo algo, no sé, tengo miedo de que le hayan hecho algo más –sus ojos se pusieron rojos y la miró, dejándola entrar.

Escuchó con atención las palabras de Killian y soltó un pequeño suspiro, claro que Georgina no se iría así sin más, sin decirle aunque fuera por una carta adiós a su esposo, la castaña la conocía bien y sabía que simplemente eso era imposible, además estaba el hecho de que Belle sabía bien de los planes del matrimonio para agrandar la familia. Vamos que no hacía ni una semana que Gina le preguntó si estaba tomando algún medicamento para mantenerse sana durante el embarazo. Belle tomó esa pregunta como la confirmación de que muy pronto su mejor amiga quedaría embarazada. Y ahora con todo esto las cosas habían cambiado tan drásticamente. Levantó la vista al escuchar la pregunta de Killian y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
-Hasta ahora todo tranquilo, solo con las nauseas matutinas, pero nada que no se solucione con un té-el tono de la voz de Belle dejaba ver lo contenta que se sentía con el embarazo. Prestó atención a las palabras de su amigo y la sonrisa se borró de su rostro totalmente. Claro que sabía ciertas cosas que Gina le contaba a ella y que le había pedido no revelarlo nunca a Killian... y sin embargo ahora con todo esto a Belle le era imposible mantener su promesa. Entró al bar luego de que Killian le diera oportunidad de hacerlo pero no lo dejó irse a hacer algo más. Tomó su mano y lo llevó hasta una de las mesas.-Esperame aquí sentado, yo iré por algo fuerte de beber para ti y un té para mi, no te muevas-le pidió y sin esperar respuesta fue a por las bebidas. Belle conocía el bar como si fuera suyo ya que había pasado incontables ocasiones metida allí, platicando con sus amigos o ayudando a Gina a recoger luego de una larga jornada de trabajo para Killian.
Pocos minutos después regresó al lado de su amigo y dejó frente a él una botella de ron junto con un vaso vacío y luego posó frente a donde ella se sentaría una taza de té.-Hay unas cuantas cosas que debes de saber y me temo que no será nada fácil de comprender-comenzó diciendo la castaña y soltó un suspiro.-Antes que nada necesito pedirte perdón por no haber hablado antes, pero comprenderás que mi amistad con Gina estaba antes que la mía contigo... y aun así no es excusa suficiente para no haberte dicho las cosas en el momento adecuado-se mordió el labio suavemente y miró fijamente a su amigo. No quería herirlo más pero era mejor que lo supiera por ella y no por la policía.

Killian escuchó que Belle se sentía muy bien con su embarazo, le alegró esa parte de la conversación, incluso se sintió un poco celoso, él había querido tener hijos desde que se casó, pero por una u otra razón no era posible para él y Gina, entonces habían decidido parar la búsqueda. Y justo cuando decidían retomarla, todo salía mal.

-Me alegro que todo vaya bien, seguramente pronto se lo dirás a tu marido, ¿no?, en poco tiempo comenzará a notarse tu vientre abultado y bueno, Gastón no es tonto, va a darse cuenta y tal vez sea peligroso que no lo sepa por ti –dijo encogiéndose de brazos, era bien sabido que el marido de Belle no era una perita en dulce y eso Killian lo sabía muy bien. No dudaba que a su manera quería a la mejor amiga de su esposa, pero no la idolatraba como muchos pensaban, al menos era lo que Belle les decía. No era feliz del todo.

Cuando la castaña comenzó a hablar de esa manera tan extraña, la miró a los ojos y levantó las cejas, si Killian detestaba algo eran las mentiras y la falta de honor, y aunque Belle era más amiga de su mujer que de él, creía que si ella le estaba ocultando algo tan importante, era porque debía ser algo no muy bueno, no entendía. Bebió un poco de su ron y respiró profundo.

-¿De qué hablas?, ¿Qué cosas sabes que Georgina estaba ocultándome?, debes decírmelo ahora, Belle, ¿acaso se fue con alguien? –sus ojos escudriñaban el rostro de la mujer que tenía enfrente y sus manos se aferraban a la copa. Había miles de cosas cruzándose por la cabeza del moreno en ese momento y aunque no lo quisiera, en el fondo sabía que también esas palabras lo estaban haciendo desconfiar de su mujer.

El rostro de Belle pareció palidecer, por eso llamó más la atención de él. ¿Acaso los rumores que estaban circulando sobre Lance y su mujer eran ciertos?, no, no podían ser, ella jamás le haría eso, la conocía de toda la vida y sabía que era incapaz de hacerle algo así.

-Belle, no importa qué tan fuerte sea, puedo soportar lo que sea, solo necesito que alguien en este pueblo sea sincero conmigo.