Good morning sunshine [Libre]

ese a las últimas remodelaciones ese lugar conservaba gran parte del ambiente que durante años había mantenido, el de un local familiar, amable y acogedor donde se podía disfrutar de buena comida con la gente que uno quería. Para Lance sin embargo ese lugar tenía otra connotación, el ser un trabajo relativamente estable, cosa que era tan rara en su vida como lo vendría a ser una cena familiar. Llevaba poco más de tres semanas desde que Granny lo empleara, un nuevo record en los anales de Parker.

odas las mañanas se arrastraba a ese lugar pero su fuerza de voluntad parecía flaquear con cada día, a veces pensaba que la única razón por la cual había logrado levantarse y llegar hasta el local era porque antes de que comenzaran a trabajar la anciana les daba a sus trabajadores un abundante y delicioso desayuno. Esa mañana no había sido diferente, lo habían rellenado con huevo y tocino cual pavo de acción de gracias, no recordaba realmente si llevaba huevos pues hacía decadas que no probaba uno, pero la sensación de comer hasta estallar se lo recordaba. Una vez terminado el desayuno y tras haber cruzado algunas palabras con los demás dependientes, Lance se escurrió hasta uno de sus escondites y vertió algo de licor en su café para encender mejor la maquina y poder concentrarse, había descubierto que lo mejor era evitar tomar demasiado en las noches para así poder despertarse y lo compensaba en el trabajo cuando se le daba la oportunidad.

 ance como todas las mañanas cogió un trapo y limpiador para luego ir a limpiar las mesas y sillas, sin lugar a dudas prefería vivir de la caza o como leñador, pero para ser justos ese no era un mal trabajo, la anciana no le molestaba mucho, pagaba siempre a tiempo y podía comer a destajo, incluso cuando acababa la jornada le dejaban llevarse las cosas que habían sobrado, además de que no era dificil asaltar los licores, ya tenía un truco o dos para ello.

 ranny finalmente le hizo una señal y él fue hasta la puerta para girar el cartel de "cerrado" a "abierto", no pasaron cinco minutos cuando ya los primeros clientes cruzaban el umbral. Había que admitir que la clientela de la anciana era muy fiel y el negocio prosperaba bastante.

e un momento a otro el local cobro vida, Lance pasaba de una mesa a otra tomando nota de los pedidos y aunque no le gustaba levantarse temprano tenía que admitir que el trabajo era entretenido, toda esa gente y movimiento parecía sacar lo mejor de él. Si había algo que Parker jamas soportaría era tener que pasar su día tras un escritorio revisando papeles y correos electrónicos, a él le gustaba la interacción con la gente y eso era algo que siempre había en Granny´s.

l escuchar aquella voz no necesitó levantar la mirada para saber de quien se trataba, a esas alturas ya conocía a la gran mayoría de los clientes que frecuentaban el local y además no era como si hubiese mucha gente en Storybrooke por conocer. - Buenos días Eleanor, voy enseguida . - Pero antes de que alcanzara a ponerse en marcha la joven ya había ido a su encuentro para hacerle una pregunta, una que no le acomodaba del todo, principalmente porque su jefe no se encontraba en el local en ese momento como para preguntarle y lo que menos necesitaba en esos momentos era tener problemas con él. - No creo que al jefe le moleste. - Dijo encogiéndose de hombros, sabía que era una perra bien portada y amaestrada así que veía dificil de que les diera algún problema, además su jefe probablemente no pondría impedimento alguno a dicha solicitud, en especial por lo que planteaba de los rumores que circulaban en la ciudad. - Algo escuche. - Lo cierto era que había escuchado más que solo "algo", él y Georgina habían tenido algo en el pasado y no le habría sorprendido de que la policía acabase por interrogarlo, después de todo aún se juntaban de vez en cuando. - Si me preguntas a mí estan haciendo demasiado alboroto con la investigación y con eso solo alimentan los rumores, en ese tipo de casos la mano del esposo suele estar involucrada. - Si algo había aprendido con películas de detectives de los ochentas era que la opción más obvia solía ser la verdadera.

on eso la conversación parecía haber acabado, Eleanor saludo a otro cliente y él se disponía a seguir atendiendo las mesas, sin embargo la mujer le dedicó otra mirada y se le notaba nerviosa. Lance no necesitó que llegase a la explicación de lo del esposo para comprender lo que ella quería, no era nada nuevo en su vida. Su mente empezó a tratar de recordar si se había involucrado con la chica que trataba de juntar el valor para hacerle la declaración, ambos tenían la misma edad así que era muy probable que se metiera con ella en el pasado, quizas en alguna fiesta, pero no lo recordaba con certeza, habían sido épocas salvajes y su memoria era bastante borrosa por los diferentes excesos. Mientras jugaba con sus dedos Lance se acercó a ella reduciendo el espacio que los separaba y puso su mejor mirada de galán, esa que mostraba un dejo de compresión entremezclada con una cucharada de incertidumbre y una pizca de deseo. Su mano iba directo a encontrar las de la joven mientras daba una mirada discreta hacia donde estaba el baño para ver si nadie había entrado aún, sin embargo cuando ella por fin logró comenzar a hablar Lance cambió aquel movimiento llevando la mano hasta su cabeza para arreglarse el cabello, se sentía algo tonto por ello pero por lo menos no había alcanzado a decir nada fuera de lugar.

ara bien o para mal una voz proveniente de la barra les interrumpió, el que lo llamasen Junior en otras circunstancias le habría descolocado, pero después de la casi insinuación de Eleanor y de su fugaz idea de..., bueno, de haber malinterpretado su solicitud... pues lo de Junior había pasado sin pena ni gloria. Se volteó para ver quien era pues aunque la voz le sonara familiar no sabría decir a quien pertenecía, resulto ser una joven muy bella y por alguna razón se quedo pasmado mirándola sin reaccionar hasta que menciono lo de mendigar, entonces su mirada fue hacia Eleanor para ver su reacción. - No creo haya problemas con eso, pero necesito preguntarle al jefe. - La actitud de la mujer era molesta pero no dejaba de ser graciosa, sin dudas no era algo que se viera mucho en ese pueblo.   
 
ance fue hasta la barra, lo mejor que podía hacer era atenderla rápido para que no causara más alboroto o problemas. Al llegar a la barra le saludo con una enorme y encantadora sonrisa para luego coger una taza y servirle el brebaje de la discordia. - Con cuidado que esta caliente. - La mirada del mozo se clavo en la extravagante señorita al momento de extenderle la taza. - Y no queremos que se muerda la lengua en el proceso, no creo que los médicos de este pueblo puedan atender correctamente el veneno de víboras, no suelen verse por estos lados. - Inevitablemente se escucharon algunas risas de fondo mal disimuladas, Lance como si nada sacó su libreta de notas y bolígrafo. - ¿Desea algo más?.