Una tarde tranquila [Henry]

Caminaba por el alrededor del pueblo, con un gigantesco libro, que era de cuentos de Hadas, por alguna razón aquel libro sin cesar se daba a igualmente era un simple parentesco con todas las personas del pequeño pueblo de Storybroke, pero aun así iba a dejar que sus ánimos fueran bajados hacía abajo por una simple visión, o algo que le llega de pequeños escalofríos muchas veces que lo menciona, arriba de aquel libro se encontraban muchos comics, que leer y que disfrutar, Wolverine, Rogue, Jean Grey, muchos personajes increíbles, Henry era un gran fan de estas Historietas o mejor llamado Tiras cómicas, por alguna razón le recordaba tanto a Emma Swan y a la misma Regina Mills, aun no se preguntaba por que un lazo tan fuerte era conectado a estas dos personas, o estaba sufriendo estaba haciendo algunas cosas, se encontraba caminando con la chica que vendía los helados, estaba repartiendo alegría por todo el lugar como siempre, Henry saludo y dijo unas palabras, - Buenas tardes, Señora, pienso que esta muy bien usted en el día de hoy, cuídese, y que venda muchos helados -, Cordialmente Henry se despide de aquella señora, caminando hacía adelante como siempre, una chaqueta algo marrón tirando hacía un amarillo más claro o amarillento, no muy fosforescente, algo que no se pasa mucho por amarillo normal, siempre caminaba por esos lugares, pero sobre todo, saludaba a todos los que se encontraban en la calle, era la mejor cualidad de Henry, leía libros, era un niño estudioso, pero no se explica por que su familia adoptada no lo quiere, aun así tiene un fuerte lazo que lo hace venir más y más a la señora Regina, que por lo pronto es muy amiga de Henry, igualmente a Emma Swan, es algo complicado, no sabe por que sueña con estas mujeres ¿Sera algo que le pasa a todos los pre-adolescentes?, Henry ya tenía suficiente edad para saber sobre estos temas, pero aun así iba a seguir teniendo su infancia a su alrededor, aquel libro se lo regalo la bibliotecaria, o considerada como una maestra muy ejemplar, para que se guiara y olvidara las penas de que su familia adoptiva no lo quiera, pero aun tenía que vivir con esos demonios a todo su alrededor, - Pronto estoy llegando al café, quizás tome un jugo de naranja y me ponga a leer comic's, creo que me falta promocionar la parte donde sale la Civil War, me encantan estos comic's - , expreso con una gran carcajada estas palabras el pequeño Henry.

Al compás que caminaba que se acercaba cada vez más al café, la alegría se iba representando más en sus ojos, aun así no significaba nada, nadie importante iba a estar en aquel Café o eso pensaba Henry, hasta entrar al lugar y saludar a todos, noto que estaba la señora Regina, tomando un café y igualmente leyendo sus revistas que siempre la notaba leyendo, me acerque a su lado y tome asiento, sin preguntar alguno, debido a que estaba vacío o era la política de todo el café, deje caer mis comic's arriba de la mesa del desayunador del café, era algo complicado, pues me voltee un poco mirando con atención a la misma mientras algo extrañado le dije, - Hola, Regina, ¿Como estas? - , dije esto embozando una gran sonrisa entre mi rostro al compás que lo decía, mientras la señora que atendía me viene a pedir la orden solo digo, - Quiero... déjame ver... una hamburguesa si no es mucho pedir y gracias - , dije aquellas palabras algo bromeando pero era todo cierto aunque se notara la pequeña risa del pícaro Henry, aquella chica que atendía, me trae mi hamburguesa, mientras me dispuse a hablar con la señora Regina, ella estaba como todos los días, alguna conexión la unía a Henry sin ninguna razón, el gran libro de cuentos estaba entre su bolso que le daba desde el hombro izquierdo hasta a su cintura, no lo sacaba, quería compartir un lindo momento con Regina leyendo comic's, por alguna razón cada vez que ella estaba en un lugar donde Henry podía ir, algo lo traía allá como si fuera algún GPS funcionando solo, aun así, Henry lo aceptaba debido a que la misma era una persona muy agradable.


 

Al entrar al restaurante fue como se abre una gran sonrisa entre mi cuerpo, me había sentado al lado de Regina, era una gran persona, no se por que siempre me encanta ir  con ella a varios lugares, solo pienso en ella como una amiga, no me agradaba mi familia adoptiva, siempre tenía el deseo de conocer a mi verdadera madre, aunque un pequeño chispazo se pasara por mi cuerpo y me dijera que ya la conozco y no recuerdo...tenía en un lado las historietas y en otro lado el gran libro de cuentos, marrón, con algunos diseños a su alrededor, con Regina era diferente, Henry ya sabía afrontar las cosas no como cuando era un niño, sabe que a Regina no le gustan mucho estas cosas, pero mientras Henry quede feliz va a ir a compartir a cualquier lugar con el, la mire atentamente, mientras me recordó a alguien del libro de cuentos, una persona que siempre esta causando problemas a todos, pero no puedo afrontar que sea Regina, ella es una persona buena y muy tolerante, siempre sera un héroe para Henry, dejare eso de lado, después puedo ver el parecido entre sí, al ver que la camarera se acerca y me entrega la hamburguesa, veo que Regina la paga, siempre he estado agradecido con ella, por eso pienso algún día compensarle todo lo que hace por mi. - Regina...sinceramente muchas gracias, haces muchas cosas por mi, es una de las razones por la cual te considero mi amiga. -, al decir la palabra amiga como que algo fue a mi corazón la consideraba más que una amiga, pero aun el termino correcto no aparecía en mi cabeza, por que era tan cercano a Regina, por el momento todo tiene una explicación aparente que pueda dar, nunca he visto a Regina con un amor, puede ser que eso es lo que falte en su vida, pero de pensarlo, es super bella, cualquier hombre caería a sus pies, la calificaría como una Jean Grey de la vida real...

Pues agarre el plato de la hamburguesa, y me levante del banco donde me encontraba, al ver que Regina me señalaba que fuéramos a una mesa, para poder conversar mas agustos donde nos encontrábamos nuevamente, pues colocaba las historietas y el gran libro de cuentos sobre la mesa, y procedía a sentarme allí, agarre la hamburguesa con un tanto de modales entre sí, pues la lleve a mi boca, dando una mordida mientras sentía el sabor de la misma, era completamente orgánica y muy buena, por eso me encantaba venir a este lugar, pues al terminar de masticar, ví a Regina a los ojos, me miraba como intimidante, pero en realidad era una mirada amistosa, después de verla me reí un poco, y volví a dejar la hamburguesa en su lugar otra ves, - ¿Que quieres saber del libro de cuentos?, Regina... también tengo historietas por si te interesan. -, dijo Henry en un tono chistoso y con una gran sonrisa entre su mirada, pues llamaba a la camarera de un leve gesto, en este momento yo le quería regalar algo a Regina, le pedí una hamburguesa a ella también, como una de las mías, pues fue de lo mejor, la camarera se retiraba y me decía con un sí en su mirada, en unos minutos la iba a traer, volví a mirar a Regina, una sonrisa se plasmo en mi cara para que esta no me pueda decir que no.